Obtener la atención adecuada, en el momento apropiado y en el lugar más indicado

Por Dr. Antonio P. Linares, MD, FAAFP

Es domingo, 3 p.m. y la fiebre de su niño subió a 103 grados y usted se preocupa al creer que puede ser influenza. El pediatra del niño no se encuentra disponible, y el lunes es un día festivo, por lo que la consulta del médico estará cerrada.

Carlos estaba afuera cortando arbustos con tijeras de podar oxidadas, las que resbalaron dejando a Carlos con un corte en el dedo. El corte podría necesitar puntos, y usted no puede recordar cuando Carlos tuvo su última vacuna contra el tétano.

Su hija está jugando afuera y usted nota que ha estallado en ronchas. Usted no sabe si las ronchas son producto de picaduras de insectos, de haber estado rodando en el pasto o una reacción alérgica a algo que comió.

Usted corre para apagar el horno y se golpea el pie accidentalmente con la mesa de la cocina. En cuestión de minutos, el pie comienza a hincharse como un globo y usted está convencida de que se ha roto.

Usted va a visitar a la abuela, y ella está teniendo un ataque leve de asma. Le pregunta dónde está su inhalador, y ella le dice que no tiene uno desde que su receta expiró y su médico de cabecera se retiró hace unos meses.

En cualquiera de estos escenarios, ¿qué haría? Mu-chas personas se dirigen a la sala de emergencias del hospital más cercano (ER por sus siglas en inglés), pero para estas preguntas, la mejor opción puede ser visitar una clínica de atención de urgencias.

Algunas clínicas de atención de urgencias se establecen para actuar como una extensión de las prácticas de atención primaria para el acceso inmediato cuando el médico de cabecera de un paciente no está disponible. Estas opciones pueden ser especialmente valiosas, ya que se suele acceder fácilmente a la historia clínica del paciente, asegurando una excelente continuidad en la atención, tanto durante la visita a la clínica de atención de urgencias, así como cuando se necesita cualquier atención de seguimiento.

El cuidado adecuado, en el momento apropiado

Las salas de emergencias son apropiadas para condiciones muy graves, que pueden resultar en la pérdida de extremidades, la vista o la vida. Las clínicas de atención de urgencias se han diseñado para hacer frente, en forma rápida y eficiente, a problemas “urgentes” que no pueden esperar hasta la próxima cita médica que esté disponible.

Al igual que las salas de emergencias, las clínicas de atención de urgencias cuentan con proveedores de salud competentes que han sido entrenados para manejar situaciones urgentes. Ellos ofrecen rayos X, y algunos incluso tienen escáneres MRI, scans CT y laboratorios. Ellos son capaces de proporcionar inyecciones, medicamentos, sueros y planes de tratamiento, y están disponibles durante las noches, fines de semana y días festivos. También aceptan la mayoría de los seguros y pueden hacer derivaciones para la atención de seguimiento.

Las clínicas de atención de urgencias también pueden ser más convenientes y económicas. Las salas de emergencias no tienen el mismo tiempo de espera y precios que las clínicas de atención de urgencias. Como las salas de emergencia no operan sobre una base “el primero que llega, el primero en ser atendido”, una persona que tenga un problema de salud que no amenaza su vida, puede tener que esperar durante horas para conseguir la atención en una sala de emergencias, ya que los pacientes con problemas más traumáticos reciben prioridad. En las clínicas de atención de urgencias, el promedio de espera es de aproximadamente 15 a 45 minutos. Además, el costo de la atención básica en una clínica de atención de urgencias puede ser en promedio de menos de $100, mientras que la misma atención puede costar más de $1.000 si se proporciona en una sala de emergencias.

En el lugar más indicado

Para la mayoría de la gente, cada situación es una emergencia médica, y a veces es difícil determinar qué tan grave es el problema, así que a continuación se entregan algunos ejemplos y dónde se podrían tratar:

Clínica de Atención de Urgencias

·Quemaduras menores y cortes
·Esguinces, distensiones y huesos rotos (si el hueso no está expuesto a través de la piel)
·Tos, congestión, dolor de garganta, infecciones del oído, vómitos y diarrea
·Resfriados, influenza, fiebre, dolores de cabeza, dolores en el cuerpo y calambres
·Erupciones, irritaciones y reacciones alérgicas (sin amenaza de vida)
·Asma leve

Sala de Emergencias en Hospital

·Infarto o dolor agudo en el pecho
·Derrame cerebral o síntomas similares a derrame cerebral
·Pérdida de la conciencia
·Sangrado incontrolable
·Traumatismo craneal
·Dolor abdominal grave
·Dificultad para respirar
·Pérdida repentina de la visión o visión borrosa

En caso de duda, muchas compañías de seguros ofrecen un número de teléfono para acceder a enfermeras gratuitamente las 24 horas, 7 días a la semana para orientación. El número de teléfono por lo general se encuentra en su tarjeta de seguro, y la enfermera que le guiará puede ayudarle también a localizar la clínica de atención de urgencias más cercana, ya que la población, en general, no siempre sabe dónde están localizadas.