Por Marinee Zavala  

A escasos metros del centro de detención en Otay Mesa, y prácticamente en la nada, se encuentra un parque de casas rodantes al que decenas de familias de bajos recursos llaman hogar. Sin embargo una petición de desalojo por parte del Condado de San Diego ha generado la preocupación de los habitantes desde hace meses. 

La petición de desalojo, dicen los residentes, debe realizarse a más tardar este 28 de Septiembre del 2016. De negarse, les advirtieron que los espacios que durante años fueron sus viviendas serán demolidos. 

Ciudadanas como Martha Delgadillo, apenas tienen dos años en el lugar, y asegura que jamás en su vida pensó llegaría a vivir así. Una tía le recomendó el sitio, y señala, fue la necesidad la que la llevó a vivir ahí,  junto a su esposo, su hija y dos nietos. 

Esta situación es la de más de 25 familias que viven al final de la colina sobre Alta Road, quienes ante la falta de recursos para pagar una renta que asciende a los 1,000 dólares por mes, consideraron como su mejor opción,  rentar ese espacio por el que pagan 350 dólares al mes. 

Todos los residentes de la zona comentan que  llegaron después de la crisis económica que sufrió el país, o cuando tuvieron dificultad en su empleo.

 Francisco Lizárraga asegura que la devaluación en Estados Unidos lo llevó de tener una vivienda estable, a terminar sin un hogar. 

“Cuando se derrumbó la economía, yo trate de llegar a un acuerdo con el banco lo más que pude, pero nunca llegamos a un arreglo, y todavía para que me dieran el tiro de gracia vendí mi casa en una venta rápida”, contó Lizarraga a La Prensa San Diego. 

“La persona que se encargó de hacer la venta, nunca metió los papeles. Después de dos meses que ya se estaba haciendo el proceso, yo hable con el banco y la persona del banco me dijo que nadie había metido los papeles de la casa”, continuó Lizarraga.

Martha, también residente de la zona, comenta que llegó después de que su pareja tuviera un accidente en el trabajo, y sus ingresos cayeron en su totalidad 

“La verdad si es algo muy deprimente porque mi esposo trabajaba y tuvo un accidente en su espalda. No lo operaron bien y no le quieren dar ayuda, no le quieren dar la incapacidad”, compartió Martha. “Quieren ver derramando sangre, y se que mi hija también está deprimida, pero yo me hago la fuerte, porque la vida así es”.

Los vecinos aseguran estar asustados ante el desalojo, pues dicen este parque de remolques ha sido el hogar de algunos por más de 20 años, para otros desde hace 5 y los más recientes apenas cuentan con algunos meses de vivir ahí.

Todos los residentes dicen sufrir la falta de oportunidades en uno de los lugares del país considerados como los mejores de la Unión Americana. 

“La verdad es que sí están asustados. Es demasiada la preocupación de todos, porque no es fácil mover las trailas. Irse a mover a un espacio quiere que dejes depósitos, te quieren checar el record”, agregó Lizarraga. 

Los habitantes de esta vecindario cuentan que trabajadores del condado les dieron volantes con números de teléfono para otros parques de remolques con luz, recursos de albergues para personas sin hogar, y números para hogares en crisis. 

Aun así, ninguna de las opciones sugeridas son opciones viables. Incluso aseguran haber buscado viviendas para personas de bajos ingresos, y sólo se encontraron con listas de espera. 

La Prensa San Diego, cuestionó a los encargados de este predio quienes hasta el momento rentan los espacios a los habitantes donde únicamente tienen acceso al servicio de agua y carecen del servicio de luz.  La gerencia del predio respondió con un comunicado a nombre del dueño del parque de remolques de nombre Mel Ingalls. A continuación el texto del comunicado:

“El condado me ordenó desalojar a todos los inquilinos para el 30 de Septiembre. Actualmente estamos trabajando a través de ese proceso con un abogado, y vamos a respetar las garantías procesales de los inquilinos en esta acción. Como propietario de la tierra, mi objetivo es corregir todas las deficiencias que el condado me ha hecho consciente de la forma más rápida y humana posible. Me gustaría disculparme por la afectación causada a los inquilinos. Sin embargo, el  desalojo que ordenó el condado debe cumplirse”.