Desde su infancia, Rigoberto “Rigo” Reyes ha sido testigo de los estragos que nuestras comunidades sufren y ha dedicado su tiempo a mejorar la calidad de vida en comunidades marginadas.

Reyes se identifica como producto del movimiento chicano. Desde su juventud, él estuvo rodeado de gente involucrada en varias luchas por los derechos del trabajador.

“Yo crecí en los fines de los 60s y el principio de los 70s. En mi comunidad de San Ysidro había mucha actividad de los United Farm Workers y César Chávez hacia muchos de sus mítines en el área de san Ysidro, en particular en el Civic Center”, Reyes compartió con La Prensa San Diego.

“Recuerdo que todos los chiquillos jugábamos canicas mientras César Chávez hablaba con los trabajadores agrícolas del área. Ahí nos la pasabamos todos con la voz de César detrás de todo y creo que algo de lo que él manifestaba y su pasión debió haberse quedado dentro de mi”, Reyes agregó.

Aquel mensaje e inspiración que Chávez le transmitió a Reyes continuó creciendo con el paso de los años. En su adolescencia, Reyes se percató de algo que sucedía en Barrio Logan, cual cambiaría el rostro de la comunidad para siempre.

“Hasta San Ysidro escuchamos acerca de la situación que se vivía en Barrio Logan. Yo ni sabia que sucedia ya que tenía 12 años, pero fuimos a ver qué sucedía por metiches, a falta de otro mejor término”, Reyes continuó. “Yo nunca había salido de San Ysidro pero mi amigo, que era más vago, si conocía la Logan y nos fuimos en bici desde San Ysidro. En esa salida fuimos testigos de la toma del Parque Chicano”.

El impacto de haber visto una victoria para la comunidad a base de un esfuerzo colectivo se quedó grabado, y, afirma Reyes, que de ahí surge su inquietud por el activismo.

Comenzando a las 17 años, Reyes se involucró con el grupo comunitario de los Brown Berets como estudiante. Desde entonces, él ha pertenecido a varios organismos activistas y de acción comunitaria como lo son el Committee for Chicano Rights, Unión del Barrio, el Patronato y Mesa Directiva del Centro Cultural de la Raza, miembro de la junta del Parque Chicano, además de hacer varias labores de ambos lados de la frontera.

Por 30 años, Reyes ha también trabajado junto a Via International, una organización sin fines de lucro que busca traer soluciones de desarrollo comunitario en zonas marginadas a través de la educación y el liderazgo. Como coordinador de proyectos comunitarios de Via International, Reyes ha compartido su tiempo y experiencia en proyectos en ambos lados de la frontera.

Entre la labor de Reyes con Via International se encuentran temas educativos acerca de la de la realidad migratoria y fronteriza.

“Muchos estudiantes que no son de la región solo conocen lo que ven en medios de comunicación acerca de la frontera”, Reyes dijo. “Durante una semana los introducimos a la frontera; los llevamos a que conozcan el lado oficial y legal de los temas fronterizos, pero también les presentamos el lado enfocado en los derechos humanos y del migrante”.

Otros proyectos en los que Reyes colabora tocan temas de nutrición y ecología en comunidades marginadas, tanto de esta lado de la frontera como en Baja California.

“Impartimos cursos de capacitación en comunidades promoviendo lo que son los platillos nutritivos mediante conceptos comunes pero que no se consideran, como el uso de las legumbres”, dijo Reyes. “Las legumbres y granos a veces los introducimos por medio de platillos que la gente ya conoce. Por ejemplo introducimos la soya o los garbanzos por medio de la preparación del ceviche y por lo tanto la aceptación es amplia, ya que es una opción de bajo costo, nutritiva, y que rinde”.

Reyes también está involucrado en promover huertos comunitarios, en los que se utilizan sistemas orgánicos y materiales reciclados. Este concepto ha sido un éxito ya que la gente puede cosechar sus propias hortalizas. Esta iniciativa de los huertos orgánicos es importante, ya que en muchos casos las frutas y verduras que están disponibles a estas comunidades, en su mayoría en mercados informales o “sobreruedas”, no son de la mejor calidad.

“Porque tienen que consumir productos de tercera calidad cuando pueden sembrar y cosechar sus propias hortalizas”, razona Reyes acerca del propósito de los huertos.

A pesar de estar involucrado estos proyectos, Reyes aclara que el verdadero objetivo objetivo de su labor es el desarrollo comunitario y que la gente defina sus necesidades al capacitar a estas promotoras comunitarias.

“La idea que quiero manifestar es que estos no son proyectos de Vía International, sino que nuestro enfoque es apoyar y ayudar a mejorar proyectos que ya existen. Todo este trabajo es dirigido por las mismas comunidades. Solo brindamos apoyo y es muy importante que nosotros no fomentamos el asistencialismo, sino la autosuficiencia como meta”.

Sin Lugar a dudas, “Rigo” Reyes es un miembro de la comunidad que ha dado su mejor esfuerzo en beneficio de varias comunidades a lo largo y ancho de la región.

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