Por José R. Uzal

 El verano del 2006 la Cámara de Repre-sentantes llevó a cabo audiencias para discutir el problema migratorio. En aquel momento, en lugar de audiencias, se esperaba la designación de delegados para homologar el proyecto de ley  HR4437, aprobado por la Cámara, con el proyecto S2611 aprobado por el Senado. Se burlaron de nosotros y usaron dichas audiencias para que la reforma migratoria no fuera parte de la campaña electoral.

 En noviembre del 2006 el electorado le envió un mensaje al Congreso: queremos una reforma migratoria. El pueblo americano no votó a favor de los Demócratas, votó contra los Republicanos por no haber hecho nada sobre la inmigración a pesar de haber sido ellos los que inyectaron el tema migratorio en el diálogo nacional.

 Parecía que los Demócratas habían comprendido el mensaje de los votantes. El Senado, Harry Reid, (D. Nevada) expresó  al ser electo: “Considero, como todos los Demócratas, que necesitamos una reforma migratoria amplia, que allane el camino a la legalización (de los indocumentados) e incluya sanciones severas a quienes den trabajo (a los indocumentados)” el Senador Reid dejó clara la política Demócrata, de que la reforma migratoria era un tema que no se resolvería de inmediato y que requería un estudio profundo.

 Después de siete meses de “estudio profundo” un grupo bipartita, bajo el liderato del Senador Reid, presentó en el Senado una nueva versión de la famosa “reforma integral migratoria”, para que fuera debatida en el congreso. La historia se repitió. Se presentó la nueva propuesta al comenzar el verano la cual sería debatida hasta el receso de agosto del 2007. En las elecciones de ese noviembre eran pocos los legisladores que tenían que enfrentar a los votantes pero ambos partidos políticos necesitaban saber claramente la posición de los votantes antes de las elecciones presidenciales del 2008. Nuevamente se burlaron de nosotros, no hubo reforma migratoria y el tema fue ignorado por todos los candidatos durante la contienda.

 La “reforma integral migratoria” que presentó el grupo bipartita en el 2007 era el mismo plato que nos habían estado sirviendo en los últimos años. Ahora la nueva administración, la cual llegó al poder ofreciendo un cambio, se prepara para presentar una nueva propuesta migratoria.

 Estamos pasando por una hecatombe económica y la tasa nacional de desempleo pronto pasará el 10%. En el 2007 el pueblo norteamericano ignoraba el estado legal de los inmigrantes para que alguien le limpiara sus viviendas, les podara sus patios y mantuviera los precios bajos en los restaurantes, hoteles, hospitales y otras empresas. Hoy ese mismo pueblo está perdiendo sus casas, no está consumiendo y no sabe si su empleo está seguro. Hoy todos los inmigrantes estamos en la mirilla. Ninguna reforma que sea percibida como una amnistía no va a ser tomada en serio y sería otra burla.

 El pueblo norteamericano y los mercaderes de mitos y mentiras en la prensa no van a aceptar una propuesta migratoria, similar a las anteriores, que solo tome en consideración un grupo y una frontera. No se puede llegar a un acuerdo migratorio si el debate es básicamente entre sugerencias legislativas para expulsar o para explotar a los mexicanos y a todo aquel que hable Español.

 La administración en Washington tiene que presentar una propuesta que reforme el sistema migratorio para que este permita un acceso ordenado a todo aquel que quiera entrar a Estados Unidos, sin favoritismos regionales y basado en las necesidades de la nación y los méritos de los individuos. Una propuesta que implemente un sistema de seguridad que controle a todos los extranjeros que entran, donde se alojan mientras están en el país y cuando se marchan. Una propuesta que considere la seguridad de todas las fronteras y puertos de entrada a Estados Unidos. Una propuesta que establezca un programa de asilo político justo, claro y razonable. Una propuesta que delinee claramente de donde vendrán los fondos para pagar por lo que se sugiere implementar.

 Continuar el debate migratorio basado en un solo grupo y una sola frontera sería una burla cruel.

José R. Uzal (uzal@msn.com) escribe desde West Palm Beach FL, sobre temas de interés para los hispanos parlantes.