La prensa
Uber banner

Antes del Sueño

Created: 06 September, 2013
Updated: 26 July, 2022
-
4 min read

México del Norte
Por Jorge Mújica Murias

Es obligado esta semana hablar de un acontecimiento de hace 50 años que conmemora otro de hace 150 años. La emancipación de la esclavitud en Estados Unidos, y me refiero a la famosa Marcha en Washington cuando Martin Luther King pronunció su memorable discurso “Tengo un Sueño”.

Al pasar de los años, nos vendieron la idea de que esa marcha era por los “derechos civiles”, especialmente de la comunidad afroamericana, lo cual no es cierto. Se trataba de una marcha, así se, llamaba “Por Trabajos y Justicia”, es más, la petición central era de aumento de salarios, incluido el salario mínimo que por aquél entonces andaba en el dólar con 15 centavos la hora.

Y nos vendieron a medias el discurso de Martin Luther King, que duró como 15 minutos, y solamente nos recitan el pedacito de un minuto de “Tengo un Sueño”. Pero antes y después del “sueño”, el reverendo habló de otras cosas. Permítanme lector e historiadores parafrasear un poco, cambiar un poco algunas palabras, y aquí les van algunas frases del discurso:

“La vida del latino es aún tristemente lacerada por las esposas de la segregación y las cadenas de la discriminación; cien años después, el latino vive en una isla solitaria en medio de un inmenso océano de prosperidad material; cien años después, el latino todavía languidece en las esquinas de la sociedad estadounidense y se encuentra desterrado en su propia tierra.”

“Estados Unidos ha dado a los latinos un cheque sin fondos, que ha sido devuelto con el sello de `fondos insuficientes’. Pero nos rehusamos a creer que el Banco de la Justicia haya quebrado. Rehusamos creer que no haya suficientes fondos en las grandes bóvedas de la oportunidad de este país. Por eso hemos venido a cobrar este cheque; el cheque que nos colmará de las riquezas de la libertad y de la seguridad de justicia.”

“Este no es el momento de tener el lujo de enfriarse o de tomar tranquilizantes de gradualismo. Es el momento de hacer realidad las promesas de democracia, es el momento de salir del oscuro y desolado valle de la segregación hacia el camino soleado de la justicia racial; es el momento de hacer de la justicia una realidad para todos”.

“Este verano, ardiente por el legítimo descontento de los latinos, no pasará hasta que no haya un otoño vigorizante de libertad e igualdad.”

“2013 no es un fin, sino el principio. Y quienes tenían la esperanza de que los latinos solo querían desahogarse y quedarían contentos, tendrán un rudo despertar si el país retorna a lo mismo de siempre. No habrá ni descanso ni tranquilidad en Estados Unidos hasta que a los latinos se les garanticen sus derechos de ciudadanía. Los remolinos de la rebelión continuarán sacudiendo los cimientos de nuestra nación hasta que surja el esplendoroso día de la justicia.”

“Hay quienes preguntan a los partidarios de los derechos civiles, ¿Cuándo quedarán satisfechos?’ No podremos quedar satisfechos, mientras los latinos sólo podamos trasladarnos de un gueto pequeño a un gueto más grande. Nunca podremos quedar satisfechos, mientras un latino de Misisipí no pueda votar y un latino de Nueva York considere que no hay por qué votar. No, no; no estamos satisfechos y no quedaremos satisfechos hasta que la justicia ruede como el agua y la rectitud como una poderosa corriente.”

“Vayan a Misisipí, vayan a Alabama, vayan a Georgia, vayan a Louisiana, regresen a los barrios bajos y a los guetos de nuestras ciudades del norte, sabiendo que de alguna manera esta situación puede y será cambiada.”

“Hoy les digo que a pesar de las dificultades del momento, yo aún tengo un sueño. Es un sueño profundamente arraigado en el sueño americano. Sueño que un día esta nación se levantará y vivirá el verdadero significado de su lema:

“Afirmamos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales”.

“Ese será el día cuando todos podrán cantar el himno con un nuevo significado, `Mi país es tuyo. Dulce tierra de libertad, a ti te canto. Tierra de libertad donde mis antecesores murieron, tierra orgullo de los peregrinos”.

“Cuando repique la libertad y la dejemos repicar en cada aldea y en cada caserío, en cada estado y en cada ciudad, podremos acelerar la llegada del día cuando todos los hijos de Dios, latinos y blancos, judíos y cristianos, protestantes y católicos, puedan unir sus manos y cantar las palabras del viejo espiritual: “¡Libres al fin! ¡Libres al fin!”

Al terminar la marcha, los líderes visitaron el Congreso y la Casa Blanca, para demandar mejores medidas legales contra la discriminación de parte de la administración de John Kennedy y una mejor propuesta de ley. Los políticos de ambos partidos los mandaron a la goma. Me pregunto qué hemos aprendido en 50 años…

Contacto Jorge Mújica Murias e mexicodelnorte@yahoo.com.mx